27 de noviembre de 2020
Hoy fue un digno ejemplo de combinar la agenda post acción de gracias (muy parecido a nuestros sábados) con el turismo interno, back to back en Dorado(la semana pasada fue en KGB Bistro). Justo antes de llegar a recoger a Daniel, Emma, recién llegada host del lugar (como más adelante confirmaríamos) confirmó nuestra visita a la 1pm, a lo que fue, a mi juicio, una degustación de sabores. Daniel y Lya se fueron con el House Burger y el CLUB SÁNDWICH (acento en la a y en mayúsculas), con pan de bagel y crujientes filetes de pollo. Lizette se fue con una fusión borimex, los chilaquiles. Claudia y yo nos fuimos con pavo en salsa bechamel, arroz con gandules con coco rayado, digno de experiencia religiosa. Sin más que más, la oferta culinaria de Grecafé fue sin dudas una de las más hermosas, ambientados en los exteriores internos del Grecafé, en una penumbra que nos invitó al tertuliar bullicioso que caracteriza a nuestra familia Sánchez-Candelaria. Nuestro mesero Brayan nos comparó con la serie de Netflix, Schits Creek, ni puta idea pero ya la veré. En fin, un icónico día más de amor en familia. Ahh!!, Emma, resultó ser la hija de la compañera de Eduardo Sastre, amigo entrañable de esas cosas de los viernes. No puedo olvidar el toque que le dio Hanzel, el dueño, a nuestra visita, a quien pregunté por el nombre del lugar; Hanzel nos explica que es la combinación de Greca y Café y así haciendo honor a este nombre todos los cafés se hacen en greca. Obvio ya tenemos reservación para diciembre.
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